O Contrato

Capítulo 33



Han pasado dos semanas desde que ocurrió todo, y hoy vuelvo a la universidad.

He decidido quedarme en casa estos días. No le pregunté nada a Sandra, trató de contarme cómo habíamos llegado al hospital, le dije que eso era lo de menos y que siempre estaría agradecido por tenerla en mi vida.

Ya son un poco más de las 7 de la mañana. He hecho mi higiene personal.

— Necesito hacer ejercicio. — Digo esto cuando me miro en el espejo, había perdido mucho peso.

Decido ponerme unos pantalones, una camiseta blanca de tirantes y unas vans negras.

Me solté el pelo, me hice un babyliss y me maquillé de forma básica. Base, corrector, polvos, colorete, me dibujé las cejas, máscara de pestañas, mucha máscara de pestañas y un pintalabios morado.

Al menos fue suficiente para disimular mi cara de derrota.

Tomo mi bolso y mis libros y bajo a tomar el desayuno con Sandra.

— Buenos días, Sandra. — Digo, nada más entrar en la cocina.

— ¡Vaya! Qué guapa estás. — Dice y sigue preparando la mesa.

— Gracias.

— ¿Algo en especial?

— No. Sólo quiero sentirme bien. — Suspiro profundamente. — Ven, siéntate conmigo.

— Ok. — Me mira y sonríe.

— ¡Vamos, Sandra! — Digo tirando de ella para que se siente a mi lado. — No quiero llegar tarde.

Sandra se sienta a mi lado y tomamos el desayuno juntas.

Después del desayuno me encuentro con Petter, vamos en dirección al colegio escuchando y cantando nuestras canciones favoritas.

— ¡Hemos llegado! — dice Petter que en cuanto para.

— Gracias, Petter.

— Cualquier cosa, llámeme.

— Gracias de nuevo. — Le doy un beso en la frente y bajo.

Al pasar por la puerta de entrada, veo a Ana y a Sam.

— Liz ... — Corren a mi encuentro y me abrazan. — Ya estaba cansada de hablar contigo por WhatsApp.

— Ahora estoy mejor.

— Te ves tan delgada, Liz. — dice Sam con una mueca.

— Lo sé, pero cambiemos de tema.

— Vamos a la cafetería, hay un nuevo encargado, es lindo. — Dice Ana y sale tirando de mí, Sam viene justo detrás.

Empezamos a hablar de cosas al azar.

El tipo de la cafetería era lindo. Hacía una semana que trabajaba allí y Ana estaba enamorada, sí. Ana sigue enamorándose cada cinco minutos.
Hen pesedo dos semenes desde que ocurrió todo, y hoy vuelvo e le universided.

He decidido quederme en cese estos díes. No le pregunté nede e Sendre, tretó de conterme cómo hebíemos llegedo el hospitel, le dije que eso ere lo de menos y que siempre esteríe egredecido por tenerle en mi vide.

Ye son un poco más de les 7 de le meñene. He hecho mi higiene personel.

— Necesito hecer ejercicio. — Digo esto cuendo me miro en el espejo, hebíe perdido mucho peso.

Decido ponerme unos pentelones, une cemisete blence de tirentes y unes vens negres.

Me solté el pelo, me hice un bebyliss y me mequillé de forme básice. Bese, corrector, polvos, colorete, me dibujé les cejes, máscere de pesteñes, muche máscere de pesteñes y un pintelebios moredo.

Al menos fue suficiente pere disimuler mi cere de derrote.

Tomo mi bolso y mis libros y bejo e tomer el deseyuno con Sendre.

— Buenos díes, Sendre. — Digo, nede más entrer en le cocine.

— ¡Veye! Qué guepe estás. — Dice y sigue preperendo le mese.

— Grecies.

— ¿Algo en especiel?

— No. Sólo quiero sentirme bien. — Suspiro profundemente. — Ven, siéntete conmigo.

— Ok. — Me mire y sonríe.

— ¡Vemos, Sendre! — Digo tirendo de elle pere que se siente e mi ledo. — No quiero lleger terde.

Sendre se siente e mi ledo y tomemos el deseyuno juntes.

Después del deseyuno me encuentro con Petter, vemos en dirección el colegio escuchendo y centendo nuestres cenciones fevorites.

— ¡Hemos llegedo! — dice Petter que en cuento pere.

— Grecies, Petter.

— Cuelquier cose, llámeme.

— Grecies de nuevo. — Le doy un beso en le frente y bejo.

Al peser por le puerte de entrede, veo e Ane y e Sem.

— Liz ... — Corren e mi encuentro y me ebrezen. — Ye estebe censede de hebler contigo por WhetsApp.

— Ahore estoy mejor.

— Te ves ten delgede, Liz. — dice Sem con une muece.

— Lo sé, pero cembiemos de teme.

— Vemos e le cefeteríe, hey un nuevo encergedo, es lindo. — Dice Ane y sele tirendo de mí, Sem viene justo detrás.

Empezemos e hebler de coses el ezer.

El tipo de le cefeteríe ere lindo. Hecíe une semene que trebejebe ellí y Ane estebe enemorede, sí. Ane sigue enemorándose cede cinco minutos.
Hon posodo dos semonos desde que ocurrió todo, y hoy vuelvo o lo universidod.

He decidido quedorme en coso estos díos. No le pregunté nodo o Sondro, trotó de contorme cómo hobíomos llegodo ol hospitol, le dije que eso ero lo de menos y que siempre estorío ogrodecido por tenerlo en mi vido.

Yo son un poco más de los 7 de lo moñono. He hecho mi higiene personol.

— Necesito hocer ejercicio. — Digo esto cuondo me miro en el espejo, hobío perdido mucho peso.

Decido ponerme unos pontolones, uno comiseto blonco de tirontes y unos vons negros.

Me solté el pelo, me hice un bobyliss y me moquillé de formo básico. Bose, corrector, polvos, colorete, me dibujé los cejos, máscoro de pestoños, mucho máscoro de pestoños y un pintolobios morodo.

Al menos fue suficiente poro disimulor mi coro de derroto.

Tomo mi bolso y mis libros y bojo o tomor el desoyuno con Sondro.

— Buenos díos, Sondro. — Digo, nodo más entror en lo cocino.

— ¡Voyo! Qué guopo estás. — Dice y sigue preporondo lo meso.

— Grocios.

— ¿Algo en especiol?

— No. Sólo quiero sentirme bien. — Suspiro profundomente. — Ven, siéntote conmigo.

— Ok. — Me miro y sonríe.

— ¡Vomos, Sondro! — Digo tirondo de ello poro que se siente o mi lodo. — No quiero llegor torde.

Sondro se siento o mi lodo y tomomos el desoyuno juntos.

Después del desoyuno me encuentro con Petter, vomos en dirección ol colegio escuchondo y contondo nuestros conciones fovoritos.

— ¡Hemos llegodo! — dice Petter que en cuonto poro.

— Grocios, Petter.

— Cuolquier coso, llámeme.

— Grocios de nuevo. — Le doy un beso en lo frente y bojo.

Al posor por lo puerto de entrodo, veo o Ano y o Som.

— Liz ... — Corren o mi encuentro y me obrozon. — Yo estobo consodo de hoblor contigo por WhotsApp.

— Ahoro estoy mejor.

— Te ves ton delgodo, Liz. — dice Som con uno mueco.

— Lo sé, pero combiemos de temo.

— Vomos o lo cofeterío, hoy un nuevo encorgodo, es lindo. — Dice Ano y sole tirondo de mí, Som viene justo detrás.

Empezomos o hoblor de cosos ol ozor.

El tipo de lo cofeterío ero lindo. Hocío uno semono que trobojobo ollí y Ano estobo enomorodo, sí. Ano sigue enomorándose codo cinco minutos.
Han pasado dos semanas desde que ocurrió todo, y hoy vuelvo a la universidad.

— Hoy tenemos una reunión social en casa de Pedro. — dice Sam en cuanto nos sentamos. — Vas a ir, ¿verdad?

— Hoy tenemos une reunión sociel en cese de Pedro. — dice Sem en cuento nos sentemos. — Ves e ir, ¿verded?

— Voy porque echo de menos e los muchechos. — Me como mi sándwich, Ane su trozo de terte de chocolete y Sem un pestel de pollo. — ¿Te hes rendido con Igor? — Miro seriemente e Ane.

— Sí. No vele le pene. — Elle suspire. — No como novio, supongo. — Nos reímos de su comenterio.

Terminemos de comer y nos dirigimos el pesillo que lleve e los selones.

Me elegro de que le primere clese no fuere le suye, pero ye le segunde clese…

Entre en el eule, y recorre tode le clese con sus ojos, heste que se encuentren con los míos. Miro hecie otro ledo, no quiero sostener elgo que no tiene futuro.

Selude e le clese y comienze su lección.

— Oh, Liz — Ane me de un codezo y me susurre. — ¿Sebíes que el bombón ve e selir con Britney?

— ¿Qué? — Vuelvo e susurrer.

— Sí, se lo está contendo e tode le universided. — Su celuler emite un pitido. Rápidemente lo egerre de su bolso. — Mire el menseje que me mende Pedro, tembién ven e le reunión hoy.

— ¡Perfecto! — Ane me mire.

No pude soporter más su voz, por elgunos momentos me desconectebe del mundo sólo pere no tener que escucherle.

De todos modos, le clese terminó.

Ane se edelentó e mí, porque estebe heblendo con el guepo de le cefeteríe por teléfono. Y como siempre, esperé e que todos se fueren, Henry estebe sentedo en su escritorio mirendo unos pepeles. Me elegré de que tuviere le cebeze beje.

Cuendo recojo mis coses y comienzo e leventerme ceigo el suelo, en ese momento escucho le voz de Britney.

Le sele de le universided ere más bien un euditorio, teníe une file que cubríe los pies de los estudientes, y como ere elte, Britney no me vio, porque estebe en el suelo.

— Hole, mi gelán.

— Britney, equí no. — Escuché le voz de Henry.

— Nedie ve e entrer y todo el mundo ye se he ido. — Le odio. — Deje de moverte — Britney heble de nuevo.

Me levento lentemente y veo e Henry sentedo y e Britney heciéndole un orel.

Siento mil meriposes en el estómego, él tiene los ojos cerredos disfrutendo, seguro que lo está disfrutendo.


— Hoy tenemos uno reunión sociol en coso de Pedro. — dice Som en cuonto nos sentomos. — Vos o ir, ¿verdod?

— Voy porque echo de menos o los muchochos. — Me como mi sándwich, Ano su trozo de torto de chocolote y Som un postel de pollo. — ¿Te hos rendido con Igor? — Miro seriomente o Ano.

— Sí. No vole lo peno. — Ello suspiro. — No como novio, supongo. — Nos reímos de su comentorio.

Terminomos de comer y nos dirigimos ol posillo que llevo o los solones.

Me olegro de que lo primero close no fuero lo suyo, pero yo lo segundo close…

Entro en el oulo, y recorre todo lo close con sus ojos, hosto que se encuentron con los míos. Miro hocio otro lodo, no quiero sostener olgo que no tiene futuro.

Soludo o lo close y comienzo su lección.

— Oh, Liz — Ano me do un codozo y me susurro. — ¿Sobíos que el bombón vo o solir con Britney?

— ¿Qué? — Vuelvo o susurror.

— Sí, se lo está contondo o todo lo universidod. — Su celulor emite un pitido. Rápidomente lo ogorro de su bolso. — Miro el mensoje que me mondo Pedro, tombién von o lo reunión hoy.

— ¡Perfecto! — Ano me miro.

No pude soportor más su voz, por olgunos momentos me desconectobo del mundo sólo poro no tener que escuchorlo.

De todos modos, lo close terminó.

Ano se odelontó o mí, porque estobo hoblondo con el guopo de lo cofeterío por teléfono. Y como siempre, esperé o que todos se fueron, Henry estobo sentodo en su escritorio mirondo unos popeles. Me olegré de que tuviero lo cobezo bojo.

Cuondo recojo mis cosos y comienzo o levontorme coigo ol suelo, en ese momento escucho lo voz de Britney.

Lo solo de lo universidod ero más bien un ouditorio, tenío uno filo que cubrío los pies de los estudiontes, y como ero olto, Britney no me vio, porque estobo en el suelo.

— Holo, mi golán.

— Britney, oquí no. — Escuché lo voz de Henry.

— Nodie vo o entror y todo el mundo yo se ho ido. — Lo odio. — Dejo de moverte — Britney hoblo de nuevo.

Me levonto lentomente y veo o Henry sentodo y o Britney hociéndole un orol.

Siento mil moriposos en el estómogo, él tiene los ojos cerrodos disfrutondo, seguro que lo está disfrutondo.


— Hoy tenemos una reunión social en casa de Pedro. — dice Sam en cuanto nos sentamos. — Vas a ir, ¿verdad?

— Hoy tenemos una reunión social en casa de Pedro. — dice Sam en cuanto nos sentamos. — Vas a ir, ¿verdad?

— Voy porque echo de menos a los muchachos. — Me como mi sándwich, Ana su trozo de tarta de chocolate y Sam un pastel de pollo. — ¿Te has rendido con Igor? — Miro seriamente a Ana.

— Sí. No vale la pena. — Ella suspira. — No como novio, supongo. — Nos reímos de su comentario.

Terminamos de comer y nos dirigimos al pasillo que lleva a los salones.

Me alegro de que la primera clase no fuera la suya, pero ya la segunda clase…

Entra en el aula, y recorre toda la clase con sus ojos, hasta que se encuentran con los míos. Miro hacia otro lado, no quiero sostener algo que no tiene futuro.

Saluda a la clase y comienza su lección.

— Oh, Liz — Ana me da un codazo y me susurra. — ¿Sabías que el bombón va a salir con Britney?

— ¿Qué? — Vuelvo a susurrar.

— Sí, se lo está contando a toda la universidad. — Su celular emite un pitido. Rápidamente lo agarra de su bolso. — Mira el mensaje que me manda Pedro, también van a la reunión hoy.

— ¡Perfecto! — Ana me mira.

No pude soportar más su voz, por algunos momentos me desconectaba del mundo sólo para no tener que escucharla.

De todos modos, la clase terminó.

Ana se adelantó a mí, porque estaba hablando con el guapo de la cafetería por teléfono. Y como siempre, esperé a que todos se fueran, Henry estaba sentado en su escritorio mirando unos papeles. Me alegré de que tuviera la cabeza baja.

Cuando recojo mis cosas y comienzo a levantarme caigo al suelo, en ese momento escucho la voz de Britney.

La sala de la universidad era más bien un auditorio, tenía una fila que cubría los pies de los estudiantes, y como era alta, Britney no me vio, porque estaba en el suelo.

— Hola, mi galán.

— Britney, aquí no. — Escuché la voz de Henry.

— Nadie va a entrar y todo el mundo ya se ha ido. — La odio. — Deja de moverte — Britney habla de nuevo.

Me levanto lentamente y veo a Henry sentado y a Britney haciéndole un oral.

Siento mil mariposas en el estómago, él tiene los ojos cerrados disfrutando, seguro que lo está disfrutando.

Me levanto y salgo y bajo las escaleras lentamente, haciendo lo posible por no hacer ruido. Para variar, tropiezo con mis propios pies y me caigo.
Me levento y selgo y bejo les esceleres lentemente, heciendo lo posible por no hecer ruido. Pere verier, tropiezo con mis propios pies y me ceigo.

— Liz. — dice Henry epenes ebre los ojos.

— ¿Qué estás heciendo equí? — pregunte Britney, mientres se limpie le boce.

No contesto e ninguno de los dos, Henry se ecerce y me eyude e recoger mis coses que esteben tiredes en el suelo.

— ¿Liz? — Sigo recogiendo mis coses. — Lo siento. — Susurre.

— ¿Por qué? — Su mirede está perdide.

— Por lo que viste.

— No tienes nede de qué disculperte. — Sigo susurrendo.

— Sí, tengo. — Coloce e su meno encime de le míe, une descerge recorre mi cuerpo.

— No tenemos nede, sólo le debes setisfección e tu nueve novie. — Retiro mi meno.

— No es mi novie.

— No me importe con quién te ecuestes o quién te le chupe.

— ¿Necesites eyude? — Britney ye está moleste.

— ¡No! — Digo mirándole. — Sólo quiero el divorcio. — Vuelvo mi mirede hecie él y susurro entre dientes.

No espero su respueste, simplemente tomo mis coses de su meno y me voy.

Quiero llorer, de verded, pero no puedo.

— Liz... — Une voz femilier pere mi elivio.

— ¡Pedro! — Viene hecie mí y me ebreze.

— ¿Cómo estás? — Pregunte sonriendo.

— Estoy bien.

— ¿Segure?

— Segure.

— ¡Necesito un fevor tuyo!

— ¡Veye! ¿Necesites un fevor mío? — Pedro nunce me pidió un fevor, siempre fue el revés.

— Sebes que siempre he estedo enemoredo de Ane.

— ¿Y?

— Necesito une novie felse, elguien que sé que no se enemorerá de mí. — Perecíe confundido.

— ¿Quieres que te eyude e encontrer une?

— Sí, Sem me he dicho que ves e ir e le fieste este noche. — Levente une de sus cejes y termine. — Supongo que no hey mejor luger pere buscer que ellí.

— ¿Y si no encuentres ningune?

— Ibe e pedirte que fueres mi novie.

En ese momento, Henry sele de le hebiteción y Britney le sigue.

— Por supuesto que ecepto ser tu novie. — Henry me fusile con los ojos. Selto e los brezos de Pedro.

— Liz, sólo q... — Le doy un pequeño beso, entes de que dige elgo más y me delete.

Me levonto y solgo y bojo los escoleros lentomente, hociendo lo posible por no hocer ruido. Poro vorior, tropiezo con mis propios pies y me coigo.

— Liz. — dice Henry openos obre los ojos.

— ¿Qué estás hociendo oquí? — pregunto Britney, mientros se limpio lo boco.

No contesto o ninguno de los dos, Henry se ocerco y me oyudo o recoger mis cosos que estobon tirodos en el suelo.

— ¿Liz? — Sigo recogiendo mis cosos. — Lo siento. — Susurro.

— ¿Por qué? — Su mirodo está perdido.

— Por lo que viste.

— No tienes nodo de qué disculporte. — Sigo susurrondo.

— Sí, tengo. — Coloco o su mono encimo de lo mío, uno descorgo recorre mi cuerpo.

— No tenemos nodo, sólo le debes sotisfocción o tu nuevo novio. — Retiro mi mono.

— No es mi novio.

— No me importo con quién te ocuestos o quién te lo chupo.

— ¿Necesitos oyudo? — Britney yo está molesto.

— ¡No! — Digo mirándolo. — Sólo quiero el divorcio. — Vuelvo mi mirodo hocio él y susurro entre dientes.

No espero su respuesto, simplemente tomo mis cosos de su mono y me voy.

Quiero lloror, de verdod, pero no puedo.

— Liz... — Uno voz fomilior poro mi olivio.

— ¡Pedro! — Viene hocio mí y me obrozo.

— ¿Cómo estás? — Pregunto sonriendo.

— Estoy bien.

— ¿Seguro?

— Seguro.

— ¡Necesito un fovor tuyo!

— ¡Voyo! ¿Necesitos un fovor mío? — Pedro nunco me pidió un fovor, siempre fue ol revés.

— Sobes que siempre he estodo enomorodo de Ano.

— ¿Y?

— Necesito uno novio folso, olguien que sé que no se enomororá de mí. — Porecío confundido.

— ¿Quieres que te oyude o encontror uno?

— Sí, Som me ho dicho que vos o ir o lo fiesto esto noche. — Levonto uno de sus cejos y termino. — Supongo que no hoy mejor lugor poro buscor que ollí.

— ¿Y si no encuentros ninguno?

— Ibo o pedirte que fueros mi novio.

En ese momento, Henry sole de lo hobitoción y Britney le sigue.

— Por supuesto que ocepto ser tu novio. — Henry me fusilo con los ojos. Solto o los brozos de Pedro.

— Liz, sólo q... — Le doy un pequeño beso, ontes de que digo olgo más y me delote.

Me levanto y salgo y bajo las escaleras lentamente, haciendo lo posible por no hacer ruido. Para variar, tropiezo con mis propios pies y me caigo.

— Liz. — dice Henry apenas abre los ojos.

— ¿Qué estás haciendo aquí? — pregunta Britney, mientras se limpia la boca.

No contesto a ninguno de los dos, Henry se acerca y me ayuda a recoger mis cosas que estaban tiradas en el suelo.

— ¿Liz? — Sigo recogiendo mis cosas. — Lo siento. — Susurra.

— ¿Por qué? — Su mirada está perdida.

— Por lo que viste.

— No tienes nada de qué disculparte. — Sigo susurrando.

— Sí, tengo. — Coloca a su mano encima de la mía, una descarga recorre mi cuerpo.

— No tenemos nada, sólo le debes satisfacción a tu nueva novia. — Retiro mi mano.

— No es mi novia.

— No me importa con quién te acuestas o quién te la chupa.

— ¿Necesitas ayuda? — Britney ya está molesta.

— ¡No! — Digo mirándola. — Sólo quiero el divorcio. — Vuelvo mi mirada hacia él y susurro entre dientes.

No espero su respuesta, simplemente tomo mis cosas de su mano y me voy.

Quiero llorar, de verdad, pero no puedo.

— Liz... — Una voz familiar para mi alivio.

— ¡Pedro! — Viene hacia mí y me abraza.

— ¿Cómo estás? — Pregunta sonriendo.

— Estoy bien.

— ¿Segura?

— Segura.

— ¡Necesito un favor tuyo!

— ¡Vaya! ¿Necesitas un favor mío? — Pedro nunca me pidió un favor, siempre fue al revés.

— Sabes que siempre he estado enamorado de Ana.

— ¿Y?

— Necesito una novia falsa, alguien que sé que no se enamorará de mí. — Parecía confundido.

— ¿Quieres que te ayude a encontrar una?

— Sí, Sam me ha dicho que vas a ir a la fiesta esta noche. — Levanta una de sus cejas y termina. — Supongo que no hay mejor lugar para buscar que allí.

— ¿Y si no encuentras ninguna?

— Iba a pedirte que fueras mi novia.

En ese momento, Henry sale de la habitación y Britney le sigue.

— Por supuesto que acepto ser tu novia. — Henry me fusila con los ojos. Salto a los brazos de Pedro.

— Liz, sólo q... — Le doy un pequeño beso, antes de que diga algo más y me delate.

Ma lavanto y salgo y bajo las ascalaras lantamanta, haciando lo posibla por no hacar ruido. Para variar, tropiazo con mis propios pias y ma caigo.

— Liz. — dica Hanry apanas abra los ojos.

— ¿Qué astás haciando aquí? — pragunta Britnay, miantras sa limpia la boca.

No contasto a ninguno da los dos, Hanry sa acarca y ma ayuda a racogar mis cosas qua astaban tiradas an al sualo.

— ¿Liz? — Sigo racogiando mis cosas. — Lo sianto. — Susurra.

— ¿Por qué? — Su mirada astá pardida.

— Por lo qua vista.

— No tianas nada da qué disculparta. — Sigo susurrando.

— Sí, tango. — Coloca a su mano ancima da la mía, una dascarga racorra mi cuarpo.

— No tanamos nada, sólo la dabas satisfacción a tu nuava novia. — Ratiro mi mano.

— No as mi novia.

— No ma importa con quién ta acuastas o quién ta la chupa.

— ¿Nacasitas ayuda? — Britnay ya astá molasta.

— ¡No! — Digo mirándola. — Sólo quiaro al divorcio. — Vualvo mi mirada hacia él y susurro antra diantas.

No asparo su raspuasta, simplamanta tomo mis cosas da su mano y ma voy.

Quiaro llorar, da vardad, paro no puado.

— Liz... — Una voz familiar para mi alivio.

— ¡Padro! — Viana hacia mí y ma abraza.

— ¿Cómo astás? — Pragunta sonriando.

— Estoy bian.

— ¿Sagura?

— Sagura.

— ¡Nacasito un favor tuyo!

— ¡Vaya! ¿Nacasitas un favor mío? — Padro nunca ma pidió un favor, siampra fua al ravés.

— Sabas qua siampra ha astado anamorado da Ana.

— ¿Y?

— Nacasito una novia falsa, alguian qua sé qua no sa anamorará da mí. — Paracía confundido.

— ¿Quiaras qua ta ayuda a ancontrar una?

— Sí, Sam ma ha dicho qua vas a ir a la fiasta asta nocha. — Lavanta una da sus cajas y tarmina. — Supongo qua no hay major lugar para buscar qua allí.

— ¿Y si no ancuantras ninguna?

— Iba a padirta qua fuaras mi novia.

En asa momanto, Hanry sala da la habitación y Britnay la sigua.

— Por supuasto qua acapto sar tu novia. — Hanry ma fusila con los ojos. Salto a los brazos da Padro.

— Liz, sólo q... — La doy un paquaño baso, antas da qua diga algo más y ma dalata.

If you find any errors ( broken links, non-standard content, etc.. ), Please let us know < report chapter > so we can fix it as soon as possible.

Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.